jueves, 11 de enero de 2024

Alimentación Hoy - Boletín 007

Objetivo:  Orientación para un Metabolismo

  y un Estilo de Vida Saludable.

Editorial                        Alimentación Saludable y Flexible

En el Boletín pasado hablábamos de Flexibilidad Metabólica o Metabolismo Flexible, en este número, me gustaría desarrollar el tema de: Flexibilidad en la Alimentación, Flexibilidad en la dieta, Flexibilidad en la combinación de alimentos… o incluso Flexibilidad en los antojos alimentarios.

Cada dieta, tipo de alimentación o tendencia alimentaria tiene un guion muy firme, inflexible y riguroso… se asemejan más a un castigo que a una opción saludable y beneficiosa para nuestra salud… las vivimos como un castigo… no puedes comer esto, no puedes comer aquello, no puedes comer lo otro… y con tanta tentación que tenemos en el mercado alimentario complica muchísimo seguir algún régimen, dieta o tipo de alimentación, porque quedamos siempre como fallos, con sensación de que querríamos algo más.

Una vez planteada una situación o propósito (salud, peso, imagen), debemos establecer nuestras motivaciones y estrategias, para escoger el tipo de alimentación que sentimos que debemos seguir para alcanzar nuestro objetivo o meta. Para eso debemos aprender y cuanto más mejor… entender el porqué y el cómo nos da autonomía, nos empodera… cómo funciona nuestro metabolismo, nuestro sistema gastrointestinal, nuestro cerebro, nuestro corazón, la reacción de los alimentos sobre nuestro cuerpo. Aprender sobre deporte, cocina, alimentación, ansiedad, estrés… el efecto que ejerce sobre nosotros… es fantástico cultivar la capacidad de decidir y gestionar por iniciativa propia.

Pero después que se alcanza el objetivo o parte del objetivo (perder peso, mejorar valores de laboratorio, sentirnos anímica y físicamente mejor, sentirnos en forma…), podemos ser un poco más flexible (puntual o temporalmente – sin perder la alerta), para que no sintamos que estamos perdiendo algo, sino que siempre, siempre, hagamos lo que hagamos, y nos alimentemos como nos alimentemos, siempre quede la sensación de ganancia, de bien estar, de saciedad (se trata de cultivar el bien estar para toda la vida… un cambio total de hábitos).

Por ejemplo, en estos días decembrinos, muchísimas tentaciones estaban sobre la mesa… restringirse o negarse uno que otro gustico, nos genera mucho malestar y sufrimiento, mientras que ser flexible, te permite tirar una canita al aire y seguir adelante… si nos ponemos rígidos, nuestro cambio alimentario actual simplemente va a ser un paréntesis, en la mala alimentación y los malos hábitos que siempre hemos llevado, porque todavía no ha habido cambios de hábito, simplemente hubo cambios de conductas pero no de hábitos.

Es que yo no puedo, no es el momento, yo soy muy débil, es que… y ahí nos entregamos de nuevo a los hábitos que nunca han cambiado… porque cuando los hábitos cambian es porque ya hubo un cambio en nuestra identidad, ya hubo un cambio en nuestro estilo de vida, por lo tanto, hay un cambio de hábitos -no solo de conducta, sino de hábitos-… es un cambio mucho más profundo.

Prohibir y restringir

Una Alimentación Flexible bien llevada, es saludable… la alimentación saludable debe ser variada y equilibrada… restringir o prohibir alimentos dentro de nuestra dieta, puede dar fecha de caducidad a nuestro estilo de alimentación si estamos en un proceso de cambio de hábitos y de reeducación alimentaria.

Es importante mantener claros los objetivos que queremos alcanzar: ¿cuál es mi propósito? ¿por qué? ¿para qué? ¿qué quiero ser? ¿qué cambios quiero ver en mí? ¿cómo lo voy a hacer? Ya que estos serán la motivación y el incentivo para continuar en momentos de debilidad (esto no es para mí, esto no está funcionando, no soy capaz). Este no es un proceso de una temporadita y ya… la alerta es de por vida. A nivel mundial está comprobado que de las personas que comienzan un cambio, sea para perder peso o para mejorar su salud, después de un año solo el 14% sostiene el cambio… y a los 5 años solo el 3% (3 de cada 100). ¿Dónde está el fallo? En que siempre delegamos la responsabilidad a otros… somos 100% responsables de nuestra salud. Podemos y debemos pedir ayuda si no sabemos que hacer… pero paralelamente debemos investigar, aprender, empoderarnos… y no conformarnos con la información obtenida en las redes sociales (aunque tengan miles de seguidores). Como dijo Sócrates: “El conocimiento os hará libres”.

Debemos fijarnos en aquellos hábitos que queremos mejorar y ayudarnos a resolverlos poco a poco, sin prisas, disfrutando del cambio… en definitiva contribuyendo a establecer una relación emocional positiva con nuestros hábitos y alimentación más saludables.

Una alimentación saludable que mejora la salud física pero que genera culpa al comer, obsesión y malestar emocional, nunca podrá llegar a ser 100% saludable, puesto que no podemos olvidar que lo mental, también es parte importante en la salud.

Contaje de calorías y restricción calórica

Un riesgo que hay en general en todas las dietas es el contaje de calorías y la restricción calórica... seguimos pensando, que restricción calórica, mas (+) ejercicio, igual (=) pérdida de peso. Como hemos visto en boletines anteriores, el cuerpo inmediatamente activa elementos de sobrevivencia para disminuir los requerimientos del metabolismo basal y no hay pérdida de peso (metabolismo eficiente). No se trata de quitar, se trata de dar los nutrientes que necesitamos para tener salud.

Normalmente la pérdida de salud se da, porque faltan nutrientes (enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes)… por lo tanto una dieta equilibrada, flexible, amplia, con alimentos de alta calidad nutricional, es la más completa y realizable a largo plazo.

Hoy, entrando en el extremo opuesto, se proponen alimentaciones o dietas intuitivas (dando por hecho que cada quien sabe lo que puede o no comer, cada quién sabe lo que necesita)... pero esto tiene grandes complicaciones para proveernos de los nutrientes necesarios para estar bien...  cómo se diferencia, un antojo de una necesidad nutricional, cómo se diferencian hábitos o malos hábitos alimentarios, de intuición alimentaria…  si no estamos educados ni tenemos el conocimiento básico en alimentación o nutrición. En estas condiciones este proceso esta propenso a muchos errores...

No se trata de ser sabelotodo, se trata de tener el conocimiento básico para cuidar de mi salud. Como dijimos anteriormente: somos 100% responsables de nuestra salud, y eso debemos asumirlo. Y no quiere decir que tengamos algo en contra de los médicos ¡no! sugiere que nos ocupemos: psíquica, física y anímicamente de nuestra salud. Tanto en ingesta como en actividad física, en buen dormir, en buenas interrelaciones, en buenos pensamientos, buena actitud ante la vida... etcétera.

No se compliquen ni compliquen el proceso

Tenemos que vivir nuestro proceso de cambio de hábitos, mejorar la salud y/o perder peso de forma sana y no enfermándonos o muriendo en el intento. Y aunque suene fuerte, es una realidad… el ser humano cae muy fácil en los extremos… el ayuno es bueno, entonces no como; si el sedentarismo y el exceso de alimentación me llevó a este sobrepeso, entonces si no como y hago mucho ejercicio pasará todo lo contrario, perderé peso… ¡cuidado! los daños podrían ser irreversibles… Según un estudio de The Lancet del 2017 “Dietas deficientes, primera causa de muerte”: Enfermedad cardiovascular (10 millones), cáncer (913.000), diabetes (338.700).

No hay que actuar a lo loco ni desesperarse (manteniendo la alerta), este es un proceso que va mucho más allá de perder unos kilos y verme mejor… es un proceso que nos puede cambiar la vida (a nosotros y a nuestros seres queridos). Se trata de cambiar nuestros hábitos, no solo algunas conductas -las conductas son racionales, implican disciplina, son conscientes-. Los hábitos son profundos, subconscientes, asumidos… por tanto más estables que las conductas. Si nos salimos de la alimentación que estamos llevando o comemos alimentos que nos gustan, pero no estamos comiendo… comer fuera, fecha especial, celebración… y sin fanatismo, sino de forma natural (profunda) estamos deseosos de volver a nuestro ritmo… ¡hurra! Hay cambio de hábito… si seguimos será permanente.


Los hábitos y nuestro estado de salud los vamos creando desde niños, por lo tanto, cualquier cambio debe realizarse con consciencia, paciencia, perseverancia y disciplina.

Disfruten del camino, alégrense de cada logro conquistado y visualícense cada vez más cerca de su Ideal de Vida.

Nota final - conclusión

Me parece importante que lean detenidamente este artículo, concienticen su contenido y lo hagan suyo. Insisto, no hay que ser rígido ni fanático... pero entiendo perfectamente a mis colegas médicos, nutriólogos, nutricionistas y demás personal que se dedica al cambio de hábitos y al mejoramiento del estilo de vida cuándo son estrictos y rigurosos en su posición y recomendaciones... porque el ser humano olvida con facilidad su objetivo y se desvía muy fácilmente del camino que ha escogido como adecuado para un cambio en su vida -ya sea perder peso, salud,  verse mejor, sentirse mejor...-, es muy fácil volver a caer en los hábitos antiguos, porque si no hemos cambiado nuestro estilo de vida, nuestra identidad, ha habido simplemente un cambio de conducta -que como dijimos antes es superficial, pero no ha habido un cambio real, de hábitos… y así nos mantenemos en el estilo de vida de siempre...

Si tenemos claro nuestro propósito, nuestro por qué, nuestro cómo, nuestros objetivos, nuestros para qué... no volveremos a caer en los hábitos antiguos. Y si llegamos a salirnos del régimen que nos hemos propuesto… rápidamente, volveremos a entrar en el carril y seguiremos con nuestro delineamiento, nuestro propósito, nuestro objetivo, nuestra meta… Eso es Flexibilidad Alimentaria.

Es importantísimo poder confiar en nosotros, en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestros propósitos… lo suficiente como para no temer a la seducción de ese pequeño órgano de 100 -150 gr que es la lengua… Con disciplina, con rigor, con flexibilidad, pero sin rigidez… la rigidez y la obstinación solo son necesarias, si nuestro propósito no está claro, si tenemos duda de lo que estamos haciendo.

Si descubren que un alimento les cae mal (aunque les guste), no deben consumirlo, incluso si a los demás les cae bien... si me tomo una copa, me como un dulce o una fritura y después paso 3 días con diarrea… no debo consumirlo… respétense y sean coherentes.

Bajo ningún concepto debemos abandonar la propuesta de cambio de hábitos para mejorar nuestra vida y nuestro estado de saludEs prioridad -para nosotros y para nuestros seres queridos.

 Nunca utilicen un cachito, un desliz, una canita o un momento de debilidad como escusa para abandonar un proceso tan hermoso que puede trasformar tan favorablemente sus vidas.

Hasta el próximo Boletín donde seguiremos con más…


Espero que esta información les sirva para ser cada vez más conscientes de lo que llevan a la boca y sus implicaciones en nuestra Salud… somos gestores de nuestra Salud, agentes de cambio.

 

Dejen sus comentarios, compartan y suscríbanse a este Boletín… Formemos una comunidad… no estamos solos, y tenemos intereses en común… Juntos somos más y más conscientes.

GRACIAS 

Recuerden:

Las Fuentes y Bibliografía están al final del Boletín 2.


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Alimentación Hoy - Boletín 012

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